Greene Graham - El Poder y La Gloria (Multi) (Drive)

Greene Graham - El Poder y La Gloria (Multi) (Drive)

Nota Sinóptica
Esta es la historia del padre José, un sacerdote atormentado por su conciencia que se debate entre el servicio a su comunidad y los remordimientos por su sentimiento de pecador, pues es padre de una joven. La acción transcurre en él México de los años veinte, cuando el catolicismo fue perseguido, y la suya es la historia de un huida de las autoridades. Hay quienes consideran ésta la novela en la que mejor planteó Greene los debates internos de sus personajes.

Reseña histórica
Greene tomo como escenario un hecho histórico lamentable en la historia de México, en un tiempo en que el gobierno mexicano luchó por suprimir a la Iglesia Católica Romana en varias áreas del país, época conocida como la Guerra Cristera.

La Guerra Cristera (también conocida como Guerra de los Cristeros o Cristiada) en México fue un conflicto armado que se prolongó desde 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resistían la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia católica.

La Constitución mexicana de 1917 establecía una política que negaba la personería jurídica a las iglesias, subordinaba a éstas a fuertes controles por parte del Estado, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces, desconocía derechos básicos de los "ministros del culto" e impedía el culto público fuera de los templos. Algunas estimaciones ubican el número de personas muertas en un máximo de 250 mil, entre civiles, efectivos de las fuerzas cristeras y del Ejército Mexicano.


                                   Partida Guerrillera durante la Guerra Cristera

Impresión personal
Hay novelistas que descuellan por la finura del estudio psicológico, por la maestría de la descripción, por la excelencia del estilo.

Graham Greene, que desde la segunda Gran Guerra hasta la fecha ha ganado un lugar de excepción en la novelística contemporánea, reúne por entero esas virtudes. Pero no sólo en ellas radica la causa de su consagración dentro y fuera de las letras inglesas. Graham Greene ha ido más lejos, aventurándose sin desmayos hasta las regiones más profundas e inquietantes del alma humana. De allí, donde acaso la luz está hecha de sombras, extrae borrosos problemas y conflictos que su talento aborda y sintetiza, confiriéndoles la individualidad que necesitan para su cabal comprensión.

Así, en El Poder y la gloria, como en algunas otras de sus obras más representativas, coloca al hombre frente a su conciencia, que en este caso equivale a decir frente a Dios, obligándole a encarar los más intrincados y angustiosos problemas que puedan surgir en el interior de su alma.



                                   Ejecucion de uns acerdote durante la Guerra Cristera

La novela es un intento de Greene por denunciar las persecuciones anticlericales realizadas en México entre 1924 y 1928 por parte del presidente Plutarco Elías Calles y su Guerra de los Cristeros y el gobernador de Tabasco, Garrido Canabal. La novela cuenta la huida del último cura durante esas constantes persecuciones en Tabasco, no nombrado en el libro, y sus continuos e infructuosos intentos de cruzar la frontera al seguro estado de Chiapas, tampoco nombrado en el libro. 

De hecho, ni el cura ni los estados son citados con su nombre propio. Eso era secundario al propósito real de la novela: mostrar el triunfo de la Iglesia en este anticlerical estado del sur de México. Más allá de eso, la novela muestra como un hombre paga la salvación exterior de su existencia material mediante la humillación, más aún, la aniquilación interior de sí mismo. 

La novela es el retrato del Cristianismo abandonado. Es la novela de un mundo infinitamente vacío al cual le robaron todas las presencias esenciales. “Donde antes se erguían iglesias y catedrales hay hoy centros de juego o edificios oficiales; en lugar de los orantes han aparecido los desesperados”.  No sólo ha desaparecido el Cristianismo como un simple ejercicio religioso, ha desaparecido toda su sustancia, la fe ha sido aniquilada. Greene apunta en la novela una nueva fuerza que pretende llenar ese vacío: el Estado Total, en el cual se desnuda el hombre como dueño de su propia gloria y poder. 

Este hombre presume estar dando origen a unos nuevos fundamentos existenciales, considera que está creando una nueva fe, pero como siempre suele ocurrir en estos casos, esa creación se sustenta sobre burdas construcciones que perfila a través de la violencia, expandiendo la angustia y el temor, edificando un territorio para la muerte. Es el levantamiento del imperio de la barbarie (concepto muy caro para los regímenes militares latinoamericanos), implantando la pérdida total de la libertad y prohibiendo a los hombres, bajo pena capital, “traspasar los límites que el Estado le concede magnánimamente para desenvolver su vida”

Aquí es un sacerdote mejicano que actúa en tiempos de persecución religiosa. Pero no es un sacerdote convencional; y ni siquiera virtuoso. Graham Greene prefiere presentar un ser humano débil, pecador y, por momentos, despreciable. Tampoco hay en este libro un Méjico convencional. El escritor se guarda, con toda la eficacia de su alta calidad de artista, de caer en lo pintoresco y en lo folklórico. Éstas que van a leerse, son páginas recias, porque Graham Greene estiende el catolicismo como una religión viril y generosa, en la que es presiso dar mucho más de lo que se recibe; una religión de sacrificio, de abnegación, de inmolsción, según el ejemplo del Calvario.

J. G, el protagonista, tomó los hábitos para ganar con ellos el poder y la gloria. Era quizás un cristiano superficial, pero Dios había entendido su destino de otro modo. El poder radicaría en lo sobrenatural, en el privilegio de administrar sacramentos; la gloria, en representar la Verdad, a pesar de todas las caídas y debilidades que a este servidor indigno de su ministerio lo abrumaron en su paso por el mundo.

No estamos, de manera alguna, en presencia de una novela religiosa. Estamos frente a un terrible conflicto humano, planteado y desarrollado con admirable maestría. Su desenlace es trágico, sin que antes de llegar a él, Graham Greene se permita hacer una sola concesión al sentimentalismo o al melodrama.

Hemos dicho que se trata de un libro recio, en el que, sin embargo, campea sobria, y por lo mismo más enternecedora, una compasión, una caridad muy profunda, una esperanza inquebrantable en la misericordia. Por eso pudo decir Bruce Marshall: "No sé de otro escritor viviente que conozca con tanta seguridad lo que pasa por los corazones de los seres humanos, sean éstos de bandidos, jóvenes, semieducados o sacerdotes."


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1 Comentarios

  1. El libro que promociona comom "El poder y la gloria" no es el de Graham Greene.

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